La histórica sala La Paloma de Barcelona fue el refugio ideal para acoger, el pasado viernes 21 de noviembre, el alma folk-rock de Marc Scibilia en el marco de su gira Live in Europe.

Con el cartel de “entradas agotadas” colgado, el cantautor de Buffalo brindo una noche de intensidad lírica y melodías vibrantes ante un público entregado.

La velada comenzó a tomar temperatura con la propuesta musical de Royal Hawl. Como telonero logró capturar la atención inmediata de la sala. 

Tras él, Marc Scibilia irrumpió con una energía eléctrica, encadenando la euforia de "Wildest Dreams" y el pulso más crudo de "Felt Punk". Con una presencia sencilla pero magnética, conectó de inmediato con los asistentes.

El viaje continuó navegando por la cadencia americana de "Good As Gone" y el mensaje de unidad de "Everyone in the World", que resonó con calidez en la sala.

Con "Halfway There" llegó un momento de delicada vulnerabilidad, una pieza que Scibilia interpretó con una emotividad palpable. Y, a continuación, dio paso a su personalísima versión de "Clocks" de Coldplay. Lejos de ser un mero cover, Scibilia se apropió del tema, filtrándolo a través de su sensibilidad folk y demostrando su habilidad para reinterpretar himnos.

Tras la dulzura de "Bittersweet" y la intensidad de "Better Man", Royal Hawl se unió a Marc. La química entre ambos fue instantánea, regalándonos dos de los momentos más memorables de la noche: "Unforgettable" brilló con una armonía vocal exquisita, mientras que "No One Knows My Name" se sintió como una confesión susurrada al oído de cada espectador.

Scibilia continuó con la esperanza contenida en "One Day" y la promesa de "Waiting On You".

Con "Torches" y "Rush", el ambiente se encendió. Y la intensidad no decayó con la llegada de su éxito más reconocido, "Human", que fue recibido con una gran ovación y con todos los asistentes cantándola.

Tras la conmovedora reflexión de "More To This", Scibilia se despidió con "Jericho". 

Marc Scibilia derrochó humildad, talento y, sobre todo, una honestidad brutal. No solo tocó en Barcelona, sino que dejó su corazón latiendo en el escenario.